miércoles, enero 28, 2009

Escapar

Lo primero que les tengo que decir es una cosa: Cuesta. El aparato cuadrado del centro del living o que incluso nos persigue hasta una que otra cocina dificulta bastante el procedimiento, por lo que les ruego que lo apaguen. No se va a morir ni ella ni ustedes, se los aseguro. Incluso apaguen esto en donde están leyendo estas líneas, eso sí, una vez terminadas.

Lo que sigue es relativamente fácil: Recostarse en el lugar más cómodo que tengan de la casa, la cama es ideal pero a veces complica un poco las cosas. Un sillón es ideal. Ahora cierren los ojos y usen eso que tenían de chicos y que se atrofia con el tiempo si no se la usa regularmente: Imaginen.

Imaginen ese lugar, ese momento donde se sintieron realmente felices. Sé que no son muchos, uno se acuerda más de los otros que de estos, pero busquen y lo van a encontrar. Ahora quédense ahí, en ese momento, en ese instante cuasi mágico. Si se esfuerzan lo suficiente no sólo van a poder ver, incluso podrán oler u oir. Reténganlo y déjenlo a mano.

En "La historia de Lisey" Stephen King, en boca del protagonista de la novela, llama a este lugar "Boo'ya Moon", un lugar a donde recurrir cuando el mundo te satura y donde se pueden curar algunas heridas. Busquen el suyo y no se olviden la dirección, porque volver de vez en cuando al momento más feliz de tu vida cura uno que otro mal. Y sin ninguna droga de por medio.