lunes, enero 04, 2010

El mismo medio, diferentes historias

El fin de semana que pasé creo que resumió lo que yo entiendo por cine y lo que busco de él, en dos maneras totalmente diferentes.

El sábado fuimos con mi señora y unos amigos a ver Avatar, el tanque de la temporada, en 3D, porque el Potro Rodrigo dice que así pega más. Era nuestra primera experiencia en ese tipo de salas y había leído que era la mejor forma de ingresar a ese mundo. Y no me habían mentido.
Avatar es un viaje que te sumerge de lleno en un mundo de colores, animales y plantas fantásticos, con escenarios soñados y con esa sensación de formar parte del entorno lo vuelven una experiencia única. La historia es la conocida desde Pocahontas para acá, pasando por El último samurai y Danza con lobos, sólo que con un 90% de CGI. Cameron le agrega cositas que la hacen decir a cada rato "está hablando de los yannnnnkissss!", sin dejar de lado el mensaje ecológico y la previsible historia de amor. Pero, igualmente, no era eso lo que iba a buscar, sino lo que describí primero: La fascinación, que me devuelva la ilusión de un chico frente a un juguete nuevo, que me hiciera volar un rato. Avatar lo hizo desde lo visual. Eso es lo que busco en el cine, que me transporte a lugares soñados por un ratito. El que tenga la oportunidad de verla en 3D, les ruego que no la dejen pasar y que se dejen llevar a Pandora arriba de un vicho volador, que se paseen por el arbol de luz y que se hagan amigos de estos Tortoneses azules.

El otro extremo de lo que busco en el cine lo vi en un ambiente totalmente distinto, en el living-comedor de casa, en la compu, con sonido de parlantes básicos e imagen 14 pulgadas. Al mediodía nuestro de domingo (Las 3:15 de la tarde para el resto del país) nos aventuramos en la propuesta de Up, de Pixar. El arranque fue demoledor. El que siga insistiendo conque las películas animadas son para chicos los invito ya no amablemante sino en forma forzada a la visión de esta peli. No sé si será por una predisposición emocional que venía teniendo en estos últimos días, pero lo cierto es que unos dibujitos hechos en PC lograron lo que muchos de carne y hueso pocas veces: No paraba de llorar. Si en Avatar la historia es una excusa para una demostración visual, acá es todo lo contrario. La gente de Pixar, con el nivel de animación que nos tiene acostumbrado, no se detiene sólamente en mostrarnos cómo ha avanzado el campo de la animación, sino que cuenta un cuento hermosísimo desde todo punto de vista, abarcando un abanico de temas y emociones diversas. No sé si tendrá el mismo efecto en una persona soltera que en una casada o en pareja, pero lo cierto es que es de esas historias que te llegan y te quedan dando vueltas en la cabeza una que otra idea.

En suma: Avatar en 3D de cabeza, Up como sea. Satisfacción garantizada.

5 comentarios:

Lucas dijo...

a mi me pasó lo mismo con wall-e, me pareció que es una de las mejores películas que se hicieron en los últimos 10 años. saludos.
www.malditocerrado.blogspot.com

leox dijo...

No hay nada como ver una peli un domingo a la tarde, en enero. Dentro de casa con las persianas bajas y el ventilador a full, mientras el sol pega con todo afuera.

Huguito dijo...

Gracias muchachos por los comentarios! Concuerdo,las pelis de la siesta siempre fueron las mejores. Hoy se fue n gran compañero de siestas de Cine de Colección Nacional. Sandro, ahora y siempre, el más grosso del mundo!

Leox dijo...

Dentro de un tiempo empezaran los mitos (al mejor estilo Elvis) de que el que se murio no era Sandro, sino un doble.
Pero mientras tanto, un Grande el gitano.

Huguito dijo...

Leox, ya estoy organizando por Facebook la caza indiscriminada de imitadores malos de Sandro, comenzando por el marido de Adriana Aguirre. Si te querés apuntar, está abierta la inscipción.
Igual, el que se murió fue Roberto Sánchez, Sandro es eterno.